jueves, 2 de abril de 2009

Sobre la Alabanza

A continuación presentamos algunso aspectos fundamentales que todos debemos considerar para poder servir mejor con el ministerio de la alabanza:

Motivación: ¿Dónde esta tu corazón? ¿Cuál es tu motivación para envolverte en la música cristiana? Si tus motivos son el de ministrarle a las almas y darle la gloria a Dios tendrás éxito, si no, fracasarás.

Mansedumbre: Dios resiste a los que se enaltecen, y habita con los de humilde corazón. Si no tienes tu cabeza asegurada en tu cuerpo y los pies firmes en la tierra, te estas preparando para una gran caída. La mansedumbre se demuestra en la forma de ser, modesta, pero asegurada. Uno trae de lo mejor que tiene para ofrecerle al Señor, y El se agrada de nuestros esfuerzos. Si vestimos y actuamos como si fueranos a aparecer en "Domingo Espectacular", Dios nos llevará a un "Lunes de Humillación".

Unción: La alabanza debe de ser ungida y así le damos oportunidad al Espíritu Santo de ministrar a través de ella.

Unidad: La alabanza debe de ser una que traiga al pueblo de Dios unidad de espíritu. Debe de unir al pueblo en una onda espiritual que alaba y espera de Dios una bendición nueva.

Santidad: La alabanza debe de motivar al pueblo a participar de la santidad de Dios y disfrutar de un estilo de vida que es caracterizado por los frutos del Espíritu. Esta música te pone a "danzar en el Espíritu" y no a ¡"bailar en la carne"! Música que nos acerca a Dios y nos aleja de los apetitos carnales.

Sanidad: Cuando se ministra en la música que verdaderamente agrada a Dios, debemos de estar en la expectativa de que milagros de sanidad para las emociones, cuerpo, y mente pueden suceder.

Integridad: Si quieres ser activo en la música, tu vida tiene que ser integra para con Dios. Lo que haces en secreto le tiene que agradar a Dios. No puedes ser de doble ánimo. Si en el pulpito "demuestras una vida santa", pero con tus amistades vives "la vida loca", no te consideres un seguidor de Cristo.

Inspiración: La musica que agrada a Dios te permite entrar en una inspiración de alabanza que sale de lo más profundo, y esta te permite ser espontáneo en la música misma y en la ministración. ¡La música sale inspirada e inspira al oyente!

Comunicación: ¿Cuál es el mensaje de la alabanza? Algunos himnos parecen ser más canciones pop con mensajes superficiales que alabanzas a Dios que comunican el evangelio. Tienen mas ritmo que razón. Mucho estilo, ¡pero poco contenido! Analiza bien lo que vas a decir en tu alabanza, no sea que la confundan con una canción popular. No dejes que ese coro que va a las mil se convierta en un "merengazo" ¡que te lleva al fracaso! Recuerda, la velocidad no necesariamente conduce a la bendición.

Consagración: El músico/cantante tiene que consagrar su vida, su canto, su talento a Dios. Cuando te dedicas a Dios en todo, todo te saldrá bien para la Gloria de Dios.

Alabanza: La alabanza debe de ser una llama que enciende el fuego de la alabanza en el pueblo de Dios.

Adoración: Ensalzamos a Dios con todo nuestro ser y talento y entonces la alabanza se intensifica mas convirtiéndose en una adoración verdadera que abre las puertas para que Dios se manifieste y se mueva como a Él le place.